Y si la Luna hablara...
“Me pedís que me explique, pero estoy tan lejos de las palabras, de la lógica, del pensamiento discursivo, del intelecto… Me encuentro en un estado secreto e indecible, soy el misterio donde comienza todo conocimiento profundo, cuando os sumergís en mis aguas silenciosas sin pedir nada, sin tratar de definir nada, fuera de toda luz. Cuanto más entráis en mí, más os atraigo. No hay nada claro en mí. No tengo fondo, soy toda matices, me extiendo en el reino de la sombra. Soy una ciénaga de riqueza inconmensurable, contengo todos los totems, los dioses prehistóricos, los tesoros de los tiempos pasados y por venir. Soy la matriz. Más allá del inconsciente, soy la creación misma. Escapo a cualquier definición. (...)