Bilbao
(2003)



Hubo un tiempo no muy lejano en que no estaba prohibido beber alcohol en la calle. Hoy no es posible comprarlo después de las diez de la noche.
La plaza Dos de Mayo, al sur de la glorieta de Bilbao, barrio de Malasaña, queda como símbolo de la liberación española frente a las tropas napoleónicas, como recuerdo de los años del destape y la movida madrileña, y final del botellón, forma de convivencia juvenil a principios de este siglo. Llegué a ver, en el transcurso de dos años, la plaza llena de gente que confluía y se dispersaba como en el ojo de un hormiguero, quejas de vecinos y una pelea. Alguien me comentó una noche de sábado que Madrid le parecía un agujero negro, que es una ciudad que no se define y que le gustaba porque de los lugares en crisis siempre salen cosas interesantes. Cantamos canciones de los Beatles y libamos vino Don Simón con Coca-Cola.
Los bares siguen llenándose.